Cada vez que nos enfrentamos a la ITV nos asaltan las mismas dudas, especialmente en lo referente a los neumáticos. ¿Pasaremos la inspección si tenemos los neumáticos en mal estado? ¿Deberíamos cambiar ya los neumáticos o pueden aguantar unos meses más? ¿Las nuevas ruedas cumplen con las equivalencias de neumáticos? Son preguntas que se hacen muchos conductores antes de acudir a la inspección técnica del vehículo, pero no hay por qué preocuparse. Los neumáticos en la ITV son uno de los aspectos más fáciles de controlar.
La última actualización de la ITV, que data de febrero de 2018, nos habla de dos aspectos clave: las características y el estado del neumático. En el caso de las dimensiones y características podemos comprobar a primera vista que nuestro vehículo calza neumáticos homologados y equivalentes. Esto significa que los neumáticos del mismo eje serán iguales: tendrán la misma marca, medida, dibujo e índices de carga y velocidad, los códigos que aparecen ven el dibujo del neumático. Para asegurarnos de las equivalencias de neumáticos hay que mirar la documentación del coche. Puedes obtener más información sobre las equivalencias de neumáticos.
En cuanto al estado del neumático, lo primero en lo que nos fijaremos antes de acudir a la ITV es en la profundidad del dibujo. Recordemos que este dibujo debe tener una profundidad mínima de 1,6 mm, por lo que cualquier neumático con una profundidad inferior será rechazado. Por suerte, los propios neumáticos nos advierten de que estamos llegando al final de su vida útil, ya que cuando se supera ese límite de 1,6 mm hay un testigo que nos alerta. Podemos hacer el truco del euro, insertando una moneda de 1 € en una de las ranuras para ver si la goma cubre el aro dorado.
Pero, más allá de la profundidad, nos fijaremos en otros aspectos relacionados con el aspecto de los neumáticos de nuestro vehículo. Por ejemplo, no nos permitirán pasar la ITV si el inspector ve que en algún neumático aparecen bultos, grietas, roturas, cables o lonas al descubierto. Son defectos que podemos comprobar a primera vista antes de acudir a la inspección de la ITV y que tienen una solución tan simple como cambiar los neumáticos. La presión de los neumáticos debe ser la correcta, y estos no podrán presentar ningún síntoma de desgaste irregular. Si lo hacen, obtendremos un resultado negativo en la inspección y no nos darán la pegatina.
A parte de estas cuestiones, es imprescindible que los neumáticos estén bien colocados. Llegados a este punto, conviene recordar que solo podemos montar neumáticos reesculturados en vehículos con una MMA superior a 3.500 kg, así que los descartaremos en el resto de casos. Por su parte, los neumáticos de invierno sí que están autorizados siempre que leamos la inscripción M+S, MS o M&S y tengan una categoría de velocidad igual o superior a la velocidad máxima del vehículo, no inferior a 160 km/h.
Sabemos que en la ITV los defectos se califican como leves, graves o muy graves. Sin embargo, en el caso de los neumáticos no existen defectos leves así que, si presentan cualquier problema no nos permitirán superar la inspección, y tendremos que tomar las medidas necesarias. En el caso de los defectos graves, nos permitirán abandonar la estación de la ITV conduciendo pero solo para ir al taller y cambiar las ruedas antes de volver a pasar la inspección. En cambio, cuando hablamos de defectos muy graves nos tocará llamar a la grúa para que lleve el coche al taller y lo devuelva a la ITV para pasar la inspección.